Casas vacías
- Carmen Zavaleta
- 11 abr
- 2 Min. de lectura
Por Carmen Zavaleta
Este fin de semana concluye la temporada de Casas vacías puesta dirigida por Mariana Giménez y protagonizada por Paula Watson y Mariana Villegas; la obra está basada en la novela de Brenda Navarro y se presenta adaptada para la escena por el traductor y escritor Humberto Pérez Mortera quien crea un relato que mantiene y potencia (en términos de acción dramática) la esencia de la historia original en la que la maternidad, la desolación, la violencia y el dolor permean la vida de sus protagonistas.

En la trama conocemos a una mujer cuyo hijo pequeño desaparece en un parque y a la mujer que se lo lleva para criarlo como propio; a partir de la desaparición forzada ambas enfrentan su verdadero deseo por la maternidad y la responsabilidad, el vacío y el dolor que les genera. Narrativamente Casas vacías es un tremendo relato que desenmascara la naturaleza humana y los más profundos cuestionamientos que revelan su imperfección y es ahí en donde radica su genialidad; este panorama se mantiene acertadamente en el montaje que nos ocupa.
El proyecto es presentado por Caballera Producciones (Berenice González e Irene Azuela), y tuvo su antecedente en el 2023 con el montaje de La casa salvaje, en el Museo Universitario del Chopo, bajo la dirección de la propia Giménez con las actuaciones de Mariana Villegas e Irene Azuela. En aquel primer acercamiento pensar en una puesta de Casas vacías dejaba un nudo en el estómago por la naturaleza de su relato; en la actual puesta en escena se percibe que el material generado en aquel trabajo sustenta la propuesta a la que se integra Watson como actriz.

El diseño de escenografía e iluminación de Patricia Gutiérrez Arriaga sintetiza acertadamente los lugares de la acción con un muro lleno de bocetos infantiles y un volantín. El vacío del sitio se relaciona directamente con las ausencias y las necesidades de las protagonistas, se trata de un no-lugar sin sosiego que puede ser la casa de cada una de las mujeres o su propio interior: cuerpos permeados de ausencias; mientras que el volantín sitúa los espectadores en el parque, lugar en el que desaparece el pequeño Leonel al tiempo que representa una situación que por más vueltas que se le dé no tiene fin.
Las actuaciones de Watson y Villegas se complementan, a través de secuencias corporales asesoradas por Luis Arturo Rodríguez ambas construyen la identidad de sus personajes y los personajes que inciden en la historia; es evidente que las actrices logran acompañarse y exploran sus complejas identidades.
En suma Casas vacías es un trabajo que cuenta con el buen ojo de Mariana Giménez y las decisiones creativas que toma la dirección permiten un viaje teatral sólido.
Casas vacías. Dirección: Mariana Giménez Videla. Adaptación: Humberto Pérez Mortera. Texto: Brenda Navarro. Producción: Berenice González e Irene Azuela (Caballera Producciones). Con: Paula Watson y Mariana Villegas.
Foro Shakespeare, Zamora no. 7, colonia Condesa. Adolescentes y adultos. Boletos ya a la venta en taquilla y boletos.shakespeareycia.com. Entrada general: $400. Hasta el 13 de abril.

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