Por Roberto Sosa López
No surge en el campo de batalla, está dentro de un edificio de apartamentos, en el vestíbulo; el joven Bruno es el guardia se seguridad, Max es el supervisor de guardias, estricto e incorruptible, su formación militar la ejerce en su puesto. Afuera dos policías patrullan las calles, Alex y su pareja, una oficial que está a prueba.
Con cuatro personajes la historia describe la relación laboral entre oficiales y guardias; la atracción física, amistad, lealtad y honorabilidad son elementos que componen la dramaturgia. El texto escrito por Kenneth Lonergan es poderoso, un drama realista con guiños de comedia que atrapa por su buena narrativa.
El elenco lo conforma Miguel Jiménez (Bruno), Adrián Makala (Max), Horacio Pancheri (Alex) Regina Pavón (oficial a prueba). Miguel está espléndido, estructura acertadamente a su personaje; matiza, actúa y baila, se divierte y divierte al público. Adrián, su actuación tiene fuerza, lo hace con sobriedad; Alejandra le falta profundizar, su personaje se ve titubeante; a Horacio le falta tono, se ve igual en todas las escenas.
La puesta en escena se desarrolla dentro y fuera de un edificio; el interior bien delineado, la puerta de entrada y salida parece que de pronto se podría caer, no favorece al relato; la iluminación cumple su cometido; el vestuario está bien diseñado.
Héroe de Lobby es teatro de texto, bien montado, bien producido. La psicología de los personajes conecta con el público; el teatro sucede en el espectador, eso es lo importante, la historia agita a los protagonistas, y los asistentes les creen.
Bajo la dirección de Christian Díaz (también hace la traducción y adaptación) Héroe de Lobby se presenta con producción de En Llamas Producciones en el teatro Rafael Solana, de viernes a domingo hasta el 8 de mayo.
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