Por Roberto Sosa López
Es un adolescente que fantasea, crea y vive su ficción; dentro de su cuarto crea su propio universo, lo acompaña un ratoncito de peluche y su inseparable teléfono celular; las selfies son su especialidad, ha enviado una para un concurso de fotografía de paisaje. En esta aparece él en una playa con el pene erecto, una palmera a un lado y una gaviota al fondo volando como acercándose a pararse en la punta de su verga; obvio no le cuenta como fotografía de paisaje.

En su habitación su tarea es estudiar todo lo relacionado a la fundación de la Gran Tenochtitlán, sin embargo su mente divaga por rumbos distintos; se toca sus genitales y se cree el poseedor del pito que todas las chicas desean; su madre termina por quitarle su celular y dejarlo encerrado en su cuarto. Miguel Ángel se escapa y crea una misión especial para recuperar su teléfono.
Miguel Ángel es una obra que les habla a los adolescentes y a los adultos que pasaron por esa etapa. La dramaturgia es de tres mujeres, Lucía Uribe, Paula Grinszpan y Lucía Maciel, llama la atención su forma de explorar y mostrar el universo de los varones que transitan la adolescencia. El relato versa de aquello que vive un joven en la actualidad donde el celular y las redes sociales son su mundo.
Lucía Uribe da vida a Miguel Ángel, su actuación es impecable y honesta; el personaje lo habita desde lo masculino, matiza y crea. Uribe piensa, se viste y habla como lo hacen los jóvenes de hoy, su labor refleja el minucioso estudio que hizo del personaje. A Miguel Ángel le duele crecer, le duele pensar que será adulto, Lucía lo representa de forma excelente.
El monólogo esgrime adecuadamente la comedia; el espectador adulto se verá de forma divertida en Miguel Ángel, recordará sus calenturas y fantasías sexuales cuando atravesó esa transición entre pubertad y adolescencia. Pensar en sexo es más importante que saber que Tenochtitlán significa “tuna de piedra”, y le vale verga que los mexicas la fundaron en medio de un lago donde un águila devoraba a una serpiente.
La dirección es de Paula Grinszpan y Lucía Maciel. Diseño de iluminación, Tere Uribe; escenografía y vestuario, Gabriela Gerdelics. Producción, Lucía Uribe, coproducción, Ana Kupfer. Las funciones son en El Círculo Teatral, los miércoles a las 20:30 horas.

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