Por Roberto Sosa López
Como buena católica ella cree en la resurrección después de la muerte. “Yo soy la resurrección y la Vida”, predicó Jesús. Su marido Lucho murió pero parece que no descansa en paz, ella lo siente llegar todas las noches. Lo extraña, el amor entre ambos fue lo mejor que pasó en su vida.
Doña Pompa está decidida a confrontarlo, para lograr su propósito realizará lo que algunas vecinas y comadres le dijeron que hiciera, un ritual, una exequia. El lugar será el cuarto de un motel donde tiempo atrás pasaron momentos inolvidables. Lo tiene todo listo. Llega a la habitación con una maleta, La exequia de Doña Pompa dará inicio.
La dramaturgia es de Alan Escalona, una historia donde la protagonista a través de un rito trae a la “vida” a su difunto marido. El texto explora el amor que trasciende a la muerte a través del humor negro. Un cuarto de un motel es el escenario donde el autor sitúa el relato; la pareja se reúne, ella lo ve, y lo puede tocar. Quizás todo podría ser producto de su imaginación o tal vez la exequia sí resucitó a Lucho.
La obra cuenta con las actuaciones de Erandeni Durán y Miguel Narro. Dos buenos histriones cuyo talento queda fuera de duda; encarnan de forma adecuada a los personajes; hay rigor y fuerza en sus interpretaciones, sostienen acertadamente el tono. El espectador queda convencido que ambos son los personajes que interpretan.
Bajo la dirección de Isael Almanza, el resultado está bien logrado. Maneja bien el drama y el humor negro; dispone convenientemente de los elementos escénicos. Isael sabe adentrarse en la índole del personaje, lo trabaja junto con los actores para así alcanzar su propósito. Diseño de vestuario, Andrea Lumbreras; iluminación, Isael Almanza y Miguel Ángel Velázquez.
La exequia de Doña Pompa, forma parte del ciclo Historias de Motel para Dramaturgias de Paso, se presenta en el Espacio Urgente 2 del Foro Shakespeare del 14 al 24 de abril de jueves a domingo.
