Por Roberto Sosa López
Con 20 años de edad, se fue a vivir con el pintor surrealista Max Ernst -27 años mayor que ella-, a una casa de campo cerca de París. Leonora Carrington huyó de Francia ante la inexorable ocupación nazi en 1939, se vio obligada a huir a España. En Madrid sufrió violación grupal por paramilitares, suceso que la llevo a la locura. Su padre la interna en un hospital psiquiátrico en Santander.
En 1941 escapó del hospital y arribó a la ciudad de Lisboa, donde encontró refugio en la embajada de México. Allí conoció al escritor Renato Leduc, quien la ayudó a emigrar, ese mismo año contrajeron matrimonio. En 1942 llegó a México, al año siguiente se divorció de Leduc. Fue Ernst quien la introdujo indirectamente al movimiento surrealista, después de su paso por la academia de arte Ozenfat, en Londres, en 1936.
Esta parte de la historia toma el dramaturgo Alberto Conejero para escribir Leonora, un monólogo que narra episodios (junio de 1940 - enero de 1941) en tiempo y vida de la artista surrealista. La dramaturgia es análoga con la existencia de la pintora; Conejero escribe una obra que nos habla de una mujer que toma esta corriente artística -el surrealismo- como una forma de expresión.
La actuación es de Carolina Politi bajo la dirección de Juan Carrillo, es interesante ver como la puesta en escena refleja la afinidad y empatía que ambos tienen con el personaje. Carrington le habla a Politi, y Carrillo las escucha. La obra nos muestra el universo que habita Leonora, un mundo que emerge del subconsciente y Carolina lo hace perceptible al espectador, todo bajo la conducción de Juan.
Composición musical, Erika Vega; música, Sigma Project Quartet; iluminación, Mario Eduardo de León; diseño sonoro, Jorge Valdivia. Coproducción Teatro UNAM y Festival Cultural UNAM. Funciones en el Foro Sor Juana Inés de la Cruz de jueves a domingo hasta el 4 de febrero.
