Por Roberto Sosa López
Amigo y cómplice. Los conservadores padres de Lalito novio de Laurita, quieren conocer a quienes serán sus consuegros. Divorciado de su pareja, Luis se viste de mujer para recibir a Coquimbo y Tatis, papás de Lalito quienes por nada aceptarían que su hijo se case con una joven cuyos padres estén divorciados. La visita de los padres del novio provoca situaciones divertidas e inesperadas.
La comedia escrita por Rodolfo Rodríguez no busca más que divertir y lo logra. Se trata de una historia simple, llena de enredos que cumple su propósito. La adaptación, dirección y actuación son de Humberto Zurita (Luis), actor que sabe de teatro, conoce el género y sabe lo que quiere hacer y cómo. El resultado es una obra que el público le ovaciona. Zurita recurre a la morcilla (frase o palabra que un actor improvisa) para arrancarle las risas al espectador.
El elenco lo completa Stephanie Salas (Tatis), Víctor González (Coquimbo), Lambda García (Lalito) e Ivonne Zurita (Laurita), personajes conocidos por los medios televisivos, con presencia física y atractivo visual. Su labor es aceptable, sin complicaciones; el texto no exige de grandes actores de teatro, su presencia es suficiente.
Papito querido es teatro espectáculo, bien producido, el público que lo consume no busca más que pasar un buen rato viendo en persona a los actores que aparecen en telenovelas o series de televisión.
La producción y escenografía son de Gabriel Varela. Las funciones son en el Teatro San Rafael.
