Por Roberto Sosa López
Para el primer actor Héctor Balzaretti encarnar a Rey Lear de William Shakespeare es un reto, ya no memoriza sus diálogos, le cuesta trabajo aprenderse el personaje, su deterioro físico es evidente. Sus compañeros en este proyecto no soportan su soberbia y desplantes. El famoso gran actor es la analogía que erige al personaje shakesperiano: la vejez. Tragedia y comedia son los fundamentos del teatro, elementos presentes en esta representación.
Fernando Bonilla escribe y dirige El corrido del Rey Lear, en su escritura mira a los viejos que tiene a su alrededor y les rinde desde su perspectiva un homenaje. Toma un clásico de Shakespeare para ver el teatro desde el teatro y lo contextualiza con el acontecer nacional: el crimen organizado. En el texto de Bonilla los actores representan malandrines y los delincuentes hacen circo, maroma y teatro.
El programa dice que se trata de una tragicomedia ranchekspiriana, yo diría que Fernando juega con Shakespeare, hace una recreación del teatro desde el teatro, una parodia de lo que a éste rodea, como parte de este ámbito Bonilla se mete el pie a sí mismo. En el teatro todo cabe y es posible, en esta ficción al actor que dará vida a Lear lo secuestra el crimen organizado; con los clásicos se puede hacer lo que sea, una chaqueta mental y verse el ombligo.
El elenco es de primera: Juan Carlos Colombo, Alejandro Morales, Valentina Sierra, Daniela Arroio, Malcom Méndez, Miguel Tercero, Miguel Alejandro León y el debutante Juan Daniel García Treviño (excelente, posible revelación masculina de este año). Juan Carlos es Héctor Balzaretti, su actuación es magnífica e impecable; encarna a un viejo actor y al decadente Lear rodeado de criminales. El trabajo de los demás es muy aceptable, se desdoblan en distintos personajes.
El corrido del rey Lear es una buena obra que le sobran escenas. El metateatro se habla a sí mismo, caben ficción y realidad, actores y personajes son lo mismo. La puesta en escena es un reconocimientos a los actores veteranos, las “cobijas muy miadas”. Fernando Bonilla le da nombre al protagonista recordando a su padre Héctor y a su amigo el actor Fernando Balzaretti fallecido en 1998.
Escenografía e iluminación, Tenzing Ortega y Claudia Aragón; vestuario, Libertad Mardel; música y diseño sonoro, Leo Soqui. Producción Gabriel Zapata (Puño de Tierra) y Jerónimo Best (Próspero Teatro). Las funciones son en el Teatro Helénico los martes, miércoles y jueves a las 20:00 horas, hasta el 15 de diciembre.
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