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EL TEATRO QUE SE HIZO ANTES DE LA PANDEMIA


Entrevista realizada a Lizeth Rondero por Roberto Sosa López.


Actriz y Cantante en Teatro de los Sótanos. Estudió en UNAM Universidad Nacional Autónoma de México. Estudió en Colegio de Literatura Dramática y Teatro. Actriz/cantante/creadora/productora y directora. Nadadora para no enloquecer y enloquecida por vivir.


Esta es Lizeth Rondero, una mujer que da todo arriba del escenario. Su lenguaje escénico es desde el teatro cabaret, a través de este género levanta la voz, cuestiona, crítica y se inconforma. Contestataria y comprometida. El teatro que propone y exhibe es reflexivo, subversivo…y lúdico.


Su talento como actriz lo ha expuesto en obras como: “Un buen día para vivir”, “El país de las metrallas o ratatatatataplán”; con Antonio Cerezo co dirige “Quique y Angie” y mención aparte está “Por temor a que cantemos libres”, la dramaturgia desborda emociones, nos sacude y atraviesa; su actuación es memorable. Sus réplicas a los cuestionamientos son por mucho interesantes.


-RS. ¿Por qué haces teatro?

-LR. Por el juego. Porque el teatro es un espacio donde todo lo que acontece es una oportunidad para jugar. Porque, literalmente, juegas a morir cada vez. Porque en ese ensayo y error que significa una función de teatro, hay un cúmulo de descubrimientos vitales verdaderamente intensos. Por la intensidad, también es que lo hago.


-RS. ¿Qué sientes y cómo lo vives?

-LR. Como actriz, hay algo conmovedor en el flujo imparable de creación que el teatro te requiere, pues es emprender un viaje donde el personaje lo construyes a vistas del público en un mismo espacio/tiempo sin cortes, acompasada únicamente por tu respiración, por la respiración de la audiencia, y por la de tus colegas. El teatro es un momento profundamente intenso. De alegría y gozo también está construido el momento teatral, pues es un acto de mutua entrega. Es recibir y dar cantidades enormes de energía. Es, sin duda, un momento de transformación colectiva.


-RS. ¿Cómo afrontas la inactividad, sin hacer lo que más amas?

-LR. El teatro, como la vida, se manifiesta aún incluso en la detención o en la inmovilidad. Después de casi un año sin pisar un escenario vivo, ha habido tiempo para pensar en él, para hacerlo intensamente desde la docencia, para leerlo, para abordarlo nuevamente como alumna, para rediseñar los proyectos que aún mantengo en pie, haciendo lo que tengo que hacer para adaptarlos, y para saborear la calma de la propia vida. Reflexionar sobre las expectativas y disminuir las pretensiones, vivir un poquito más. Reconocerse realizando actividades económicas variadas y alejadas del arte para afrontar los gastos diarios. Dejar de definirme bajo un sólo paradigma ha sido una de las ganancias más extraordinarias de mi “inactividad teatral”. Darse cuenta que la vida es el objetivo. Finalmente, las historias que contamos en el teatro tratan de acercarnos a lo vital, de reflejar los bellos contrastes del cotidiano y la vida de los personajes, de sus claroscuros. A veces, en este medio, se vive tan perseguido por la propia sombra, por la ansiedad de figurar, pertenecer y hacer, por la precariedad o por el privilegio, que olvidamos la razón básica que nos llevó a dedicarnos al teatro. Hubo un momento, a lo largo de estos meses, en que creí no reconocerme sin la escena, en que me sentí asolada por el miedo de no poder volver a hacerlo, entristecida por las temporadas y proyectos detenidos, enojada por los presupuestos coartados y preocupada por la enorme incertidumbre económica. Sin embargo, el teatro me recordó que de eso no se trataba el juego, que el juego era entender, conocer y comprender más de la realidad. Bueno, pues aquí está esta circunstancia extraordinaria para entender, conocer y comprender. En fin… Estamos en modo de supervivencia y las personas, su integridad y su salud, son hoy lo más importante. Hay tiempos para hacer y tiempos para esperar….Hoy son tiempos para esperar. Ya pasará todo esto y regresaremos a la escena viva. Regresaremos, espero, más comprometidos con lo que hacemos y con los discursos que abordamos. El teatro también contará con prácticas interesantes que hemos debido explorar durante la pandemia, como la inclusión del lenguaje audiovisual y las transmisiones en línea. Sin duda, cuando todo esto pase, se quedarán como aliados del teatro que fortalecerán su difusión y promoción. El teatro siempre ha demostrado transformarse y permanecer a lo largo de la historia y sus innumerables crisis. No creo que, su extinción como evento vivo, sea una de las herencias de esta pandemia al devenir histórico. Más bien, creo que nos gusta inventar dilemas por una suerte de reacción intelectual inmediata ante las circunstancias que avasallan, para validar nuestra presencia en este momento histórico. Pero así como no hay juego teatral que sustituya la magia de la pantalla, no hay magia cinematográfica que supla el juego vivo del teatro. La magia y el juego vivo son indispensables para la vida.




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