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Foto del escritorPREMIOS ACPT

EL TEATRO QUE SE HIZO ANTES DE LA PANDEMIA


Entrevista a Fernando Bonilla por Roberto Sosa López.


Director en PUÑO DE TIERRA. Estudió Dirección (música) en Instituto del Cine Madrid. Estudió Historia en Facultad de Filosofía y Letras, UNAM. Estudió Historia en U.N.A.M. Vive en Ciudad de México.


Por sus venas corre sangre de actor, su herencia genética son las tablas; desde de su temprana infancia corrió por camerinos, pasillos y bambalinas de los teatros. Sus primeros pasos en el ámbito teatral fue dirigiendo a su padre Héctor Bonilla y a su hermano Sergio en la obra “Almacenados”; adapta y dirige en 2013 “Los ingrávidos”, escribe, dirige y actúa esta misma obra en 2018; en 2014 dirige “Ex…el pasado ya no es lo que era”; como director están: “La nieta del dictador”, “Dublín”, “No se elige ser un héroe”.

Para el proyecto The 24 Hour Plays México, dirigió “La fabulosa historia del Tomo II de la enciclopedia Larousse”; adapta, dirige y actúa en “Siglo XX que estás en los cielos”, adapta y dirige “Algo en Fuenteovejuna”, “A ocho columnas”. Como actor lo vimos en “La extinción de los dinosaurios”, “3 días de mayo”, “Ejercicios fantásticos del Yo” y para todo público trabajo en “Una bestia en mi jardín”.


Estas son algunas donde plasma su talento como escritor, director y actor. Aquí lo que nos responde a los cuestionamientos:


-RS. ¿Por qué hacer teatro?

-FB. En primer lugar por placer. No hay ninguna disciplina artística que me seduzca más, como creador o como espectador, que el teatro. Más allá de esto, el teatro es un refugio de humanidad, una experiencia colectiva, intangible y perecedera que parece ir en el sentido opuesto al mundo. La pandemia ha venido a acelerar el proceso de la hegemonía audiovisual, cada vez pasamos más horas al día subyugados por una pantalla, por eso estoy seguro de que pronto volveremos al teatro, como quien vuelve a la caverna, ávidos de contacto y de presencia. Y confío en que mucha gente que antes lo ignoraba, descubrirá que necesita al teatro como una tabla de náufrago en medio del inmenso océano virtual.


-RS. ¿Qué le dices o pretendes decirle al espectador desde el escenario?

-FB. Depende de la obra de la que estemos hablando, algunas veces simplemente se trata de contar una historia de la mejor manera posible, en otras ocasiones existe la posibilidad de desarrollar un discurso propio. Pero por lo general procuro guiarme por 2 brújulas, la sinceridad y la diversión. Para desarrollar un concepto siempre trato de sincerarme conmigo mismo y evitar hablar de lo que no me interesa verdaderamente, lo mismo me sucede cuando dirijo, soy un juez severo que trata de eliminar de la escena lo que me resulta aburrido. Creo que no hay fallo más grande que intentar complacer a todo el mundo, y por eso soy muy riguroso en obedecer a mi propio interés, apostando a que éste eventualmente refleje el interés del espectador. A veces lo consigo y a veces no. Esa incertidumbre también me resulta apasionante.


-RS. ¿Cómo afrontas hoy la inactividad?

-FB. Nunca me había sentido tan alejado del teatro. No soy un entusiasta del teatro digital, pues estoy convencido de que el teatro sin presencia no existe. Por eso, para subsistir, he explorado mis capacidades profesionales en otros campos, he hecho cine y televisión (y piezas audiovisuales inclasificables) en este año sin teatro, y aunque he disfrutado bastante en muchos de estos proyectos, ansío volver a los escenarios.


Foto tomada de las redes sociales del actor




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