Aquí te dejamos la entrevista que realizó Roberto Sosa López al actor, director y productor Ginés Cruz.
Es director general en Cardumen Teatro CdMx. Actor en Centro Universitario de Teatro. Trabajó como Actor/Director/Producer en Sabandijas De Palacio. Estudió Actuación en Centro Universitario de Teatro. Estudió en CEDART Diego Rivera. Estudió Actuación en U.N.A.M. Vive en Ciudad de México. Su versatilidad y talento sobre el escenario es evidente; ha actuado en obras como “Protección”, “Pony” y “Los obscenos de Silere / Vórtex” (lectura dramatizada); dirigió las puestas en escena “Nada es para siempre”, “Mujeres sin cuello”, “Caos mental” “Proyecto Escocia” (puesta en escena de un mismo texto con la visión de dos directores, él y Silvia Ortega Vettoretti), “La tortuga de Darwin” y la más reciente “Volver a Fuenteovejuna”, entre muchas más.
-RS. Para ti ¿qué significa hacer teatro?
-GC. El teatro para mí significa mi vida entera. He encontrado en él desde que lo vi por primera vez, la satisfacción de vivir que siempre quise. Después esta satisfacción se duplicó cuando me paré por primera vez en un escenario, y cuando dirigí mi primera obra, y cuando mi primer texto cobró vida en la escena. Eso es lo que significa para mí el teatro, la vida entera.
-RS. ¿Cómo lo vives?
-GC. El teatro lo vivo con plenitud, y la plenitud implica tocar todos los extremos. Desde los momentos más hermosos hasta lo más críticos y terribles. El teatro es extremo, se viven todas las emociones, tanto en escena como durante los procesos. Hay humor pero también hay desdichas. Hay aprendizajes y desilusiones. Hay amigos y enemigos. Hay alianzas y desencuentros. Se vive y se muere. Pero siempre todo con plenitud.
- RS. Los tiempos de hoy ¿Cómo afrontas esta situación sin dirigir, actuar, etc.?
- GC. Continuando un poco con mi respuesta anterior, éste es uno de los momentos críticos del teatro. Hay tanta incertidumbre sobre su regreso que genera ansiedad. Vivir las formas para hacer teatro a la distancia, no es lo mismo. No para mí, por lo menos. No es lo mismo a través de una pantalla que impide el contacto humano real (sea lo que sea que signifique esta palabreja llamada “realidad”). Y sin embargo intento hacerlas e investigarlas. Al principio era de los que decían que eso no era teatro; pero de un tiempo para acá me retracté y decidí probarlo y experimentarlo. ¿Cómo podría decir que no era teatro si ni siquiera lo intentaba? ¿Qué más hago en este encierro? Estudio. Leo. Miro. Acá entre nos prefiero ver más cine o series, que teatro por zoom. Por la simple razón que el cine y las series fueron hechas para ese formato. Últimamente he regresado a los clásicos que leí en la escuela, para recordarlos, para retomarlos, para leer lo que no cubrí en aquella época: Ibsen, Wilde, Brecht, Shakespeare, Lope de Vega, Cervantes, Sor Juana, Chejov, y un largo etcétera; no he cubierto a todos y todas, pero el reencuentro ha sido placentero. Por ahora leer teatro. Leerlo. Prefiero eso que verlo a través de la pantalla. Lo siento mucho. Al menos así lo imagino sobre las tablas. Así afronto esta pandemia, con una larga esperanza por regresar.
