Por Roberto Sosa López
Para Celina y Eleonora la ciruela sirve para hacer vino o vinagre; como el fruto las hermanas alcanzaron su madurez, una se casó, la otra fue la amante. La dulzura del vino y acidez del vinagre construyeron el carácter que forjó su existencia. Hoy evocan su casa y todos lo que la habitaron, incluida “Ciruela”, una rata que rascaba por los rincones de su lejana infancia.
De Arístides Vargas la historia nos habla de dos hermanas que recuerdan el pasado buscando detener el tiempo, “el peor enemigo de las mujeres”. Vargas cimienta el relato en dos personajes femeninos que hurgan su pasado, para reconocerse en el presente. El eje dramático es el inexorable paso del tiempo que el autor desarrolla minuciosamente en su texto. El tono es la tragicomedia.
La dirección es de Marcela Aguilar, su labor es interesante, desde su perspectiva la obra aborda las conclusiones que el tiempo deja en las protagonistas. En este sentido como mujer empatiza con lo que viven y sienten las dos hermanas. Se apoya en elementos como la música y la danza; la puesta en escena crea una atmósfera mágica y onírica. Detrás de los personajes agrega un músico y una bailarina, para acompañar y complementar la historia.
Las actuaciones son de Azucena Acevedo y Yunuenn Hidalgo, su trabajo es equilibrado, las dos están en sintonía con sus personajes. Se convierten en todas las integrantes de la familia, apuntalan su trabajo con rigor y talento; combinan acertadamente su lenguaje corporal con su desempeño actoral. Las dos están exactas. En la guitarra Luis Arturo Rodríguez, voz y danza Carolina Villamil.
La Edad de la Ciruela es una obra que se aproxima al realismo mágico; es teatro que abraza y te toma de la mano para compartir contigo un relato donde las ciruelas toman protagonismo. Las botellas de vino vacías son análogas con la existencia de las hermanas; el hastío las deja sin ilusiones. Al finalizar la función Caro Guzman Villamil agradeció la presencia del público: “su asistencia es un abrazo al corazón y al alma…”. Salí de la sala con el abrazo que solo el teatro presencial nos otorga.
Escenografía e iluminación, Edgar Mora; vestuario, Marcela Aguilar. Proxemia Teatro la presenta en el teatro La Capilla Teatro los lunes de mayo a las 19:00 horas. Las funciones son presenciales y virtuales.
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