Por Roberto Sosa López
Llenan el escenario y su imaginación, les ponen nombre y hablan con ellas. Confinados en algún lugar, una pareja intenta comunicarse con otras personas, dialogan, comparten e interactúan con las sillas las cuales son catalogadas según su apariencia: si están tapizadas, son más importantes que las otras. Aquí también existe el clasismo. Las mejores se reservan para que descansen los mejores culos, en las otras cualquier trasero lo hará.
De Eugene Ionesco, Las sillas es una pieza del llamado teatro del absurdo, el cual se identifica por tener diálogos repetitivos, sin secuencia dramática que provocan risa. Es teatro incoherente e ilógico, existencialista, critica a la sociedad y al ser humano. La mayor insensatez es ver a una pareja ante una multitud de sillas, que dan vida a personas imaginarias. Esperan la llegada de un orador que los eximirá.
Autor de obras como La cantante calva y El rinoceronte (con temporada en el Foro La Gruta), Ionesco escribió Les Chaises, (título original) en 1952 cuando tenía 43 años de edad. Hoy se presenta con las actuaciones de Cora Cardona, Rodrigo Mendoza y Sergio Rüed, bajo la dirección de Eduardo Ruiz Saviñon.
Las sillas es teatro que desde lo irracional, tilda la trágica existencia del ser humano. Una pareja simboliza lo paradójico, que imagina un universo onírico, sin ver su distópica realidad. El teatro del absurdo refleja mejor que otro lo incoherente que es el mundo que hoy habitamos.
Las funciones son en el Teatro Orientación Luisa Josefina Hernández, los lunes y martes a las 20:00 horas del 20 de junio al 26 de julio.
