Por Roberto Sosa López
Próximo al desastre Erasmo de Róterdam se aísla en su casa, corre el año de 1529, la Peste Inglesa azota la ciudad; el miedo a padecer la enfermedad lo domina, cree que el virus lo ha infectado, su vida es desde la hipocondría. El sudor inglés tenía como víctimas a varones sanos, fuertes y con buena posición económica; al contraer la enfermedad en uno o dos días el sujeto moría o mejoraba casi de forma inmediata.
Son los tiempos de la Reforma impulsada por Martín Lutero; en su mente febril Erasmo se consterna ante los cambios que se gestan en la iglesia, como sacerdote católico criticó los abusos, pero guardó distancia de Lutero y su Reforma protestante; nunca dejó de reconocer la autoridad del Papa. Su asistente Aneska cuida de él, su inteligencia lo seduce. Lo que menos desea el hipocondríaco en este momento es la visita de Lutero.
De Carlos Pascual, Naufragio del futuro es una deliciosa farsa que se teje entre la ficción y la realidad, transita entre la comedia y el humor negro. La tensión dramática es la ideología de dos teólogos y filósofos en contexto con la Peste Inglesa. El texto de Pascual sitúa la historia en el Medievo, el oscurantismo con guiños a la contemporaneidad y el paralelismo con la pandemia que hoy atravesamos.
La dirección de escena es de Sasha Denisova (Rusia), cabe recordar que la obra se presenta en el marco del DramaFest 2021. La dinámica del festival es presentar una obra escrita por un dramaturgo (a) mexicano (a), que es montada por un director (a) del país invitado y viceversa. El trabajo de Denisova es de una artista que refleja la forma de hacer teatro desde otro lugar, al otro lado del océano.
Cabe señalar el destacado diseño de escenografía de Miguel Moreno Mati, su creación es un dispositivo que asemeja un cubo cuyas paredes son telones traslúcidos que así mismo sirven de pantallas que a través de la multimedia proyectan imágenes que ponen en contexto lo que la historia va narrando. Un juego escénico muy interesante, bien planeado y bien articulado.
Las actuaciones son de David Hevia (Erasmo de Róterdam), Erwin Veytia (Martín Lutero) y Verónica Jalil (Aneska). Los tres están magníficamente teatrales; espléndidos por la forma en que manejan el tono. Al inicio matizan el drama, después viran hacia la farsa y el humor negro. Sobre el escenario despliegan su gran talento y calidad histriónica.
Naufragio del futuro es una buena –excelente- obra, de lo mejor que he visto del DramaFest, sin duda. La puesta en escena nos sitúa en el Medievo para recordarnos donde estamos parados hoy en día, la analogía es una pandemia. Las teorías de la Reforma con estos dos teólogos, son de risa, que ellos celebran bailando.
Las funciones son en el teatro El Granero de martes a viernes a las 20:00, sábado a las 19:00 y domingo a las 18:00 horas, hasta el 19 de diciembre
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