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  • Foto del escritorRoberto Sosa López

PERRO MUERTO EN KLONDIKE

Por Roberto Sosa López


Clondike o Klondike es una región del territorio Yukón al noreste de Canadá, tiene frontera al este con Alaska. El lugar es famoso por ser el escenario de la Fiebre del oro de Klondike, que inició en 1896. El oro descubierto en el arroyo Rabbit provocó un frenesí de inmigrantes en pos de la aventura por extraer el preciado metal.


Dentro de una cabaña en medio de un solitario y deshabitado lugar cubierto de nieve, Emiliano, Itzhel y Laura se encuentran atrapados. Han pasado muchos días allí, esperan que pase la vendedora de perros muertos para poder comer. El encierro los tiene ansiosos y aburridos; en secreto Itzhel escribe una novela.


PERRO MUERTO EN KLONDIKE. Foto Roberto Sosa López


La vendedora por fin llega, en la maleta está un perro muerto, Itzhel y Laura están ávidas por devorar al animal, sin embargo descubren que el perro guarda en sus entrañas un contrabando de oro. Un hombre le sigue el rastro a la vendedora, reclama la mercancía, el traficante es conocido como “Perro muerto”.


Inspirado quizá en la fiebre del oro de Klondike, José Emilio Hernández escribe la dramaturgia. El texto lo construye con personajes ambiguos. Las dos mujeres y el hombre que aparecen de inicio no se sabe con certeza que los llevó y como llegaron a ese lugar. Sí justifica la presencia de los otros dos. El relato transcurre entre el absurdo, la comedia y el drama, el tono no está bien definido, no es una obra redonda. José Emilio comparte la dirección con Olinmenkin Sosa Nájera.


Las actuaciones son de Emiliano Cassigoli (Emiliano), Itzhel Del Razo (Itzhel), Hector Sandoval (Vendedora de perros), Laura Margarita (Laura) y Fernando Olguín (Gonzalo), no están equilibradas. Emiliano, Itzhel y Laura encarnan y visten con propiedad a sus personajes; matizan acertadamente. Héctor por momentos sobreactúa y a Fernando le falta fuerza, no sujetan bien a sus personajes.


Perro muerto en Klondike transcurre en un ámbito frío en un remoto lugar, lo que nos acerca con la historia y los personajes es el encierro y aislamiento, analogía que vivimos hoy con la pandemia. El absurdo podría ser el tono adecuado para narrar la historia, para no perderse en medio de la nieve que rodea la cabaña.


El equipo creativo: música original, Joaquín Martínez y Emiliano López; escenografía, Juan Palomino, interesante diseño que al mover el dispositivo, cambia la perspectiva de la obra, sin duda buen trabajo; vestuario, Pablo Galán. Producción, Ana Galán. Vincent Company la presenta en esta segunda temporada en el Foro Shakespeare los martes a las 20:30 horas hasta el 21 de diciembre.



PERRO MUERTO EN KLONDIKE. Foto Roberto Sosa López

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