Por Roberto Sosa López
Hasta pronto….quizá hasta nunca. Sus hijos no están con él, se fueron lejos; con nostalgia recuerda los momentos que pasaron juntos y ahora trata de imaginar cómo serán sus días allá, lejos. ¿Habrá reuniones los domingos para comer en familia…?. Un hombre en la soledad de lo que fue su hogar reflexiona e imagina la vida de sus dos hijos en Marte.
El texto de Antoine Jaccoud versa sobre un futuro donde los seres humanos se ven en la necesidad de migrar a otro planeta, ya no hay condiciones para seguir habitando la Tierra. De forma poética la obra aborda el apocalipsis. El padre de estos dos hijos –que nunca vemos- reflexiona desde la melancolía y tristeza.
La obra se transmitió por zoom en 2021 durante la pandemia, ahora se presenta de forma presencial, las sensaciones son diametralmente opuestas. La actuación es de Boris Schoemann, lo que ayer hizo frente a las cámaras hoy frente al espectador lo dimensiona. Sin duda es una muestra que el teatro es un arte en vivo, punto. Bajo la sensible dirección Daniel Breton, la puesta en escena logra un magnífico resultado.
“Hasta luego….” nos dice coloquialmente nuestro planeta, acabamos con el hábitat, ahora nos expulsa, vomita. Terminamos con todo lo bueno que la Tierra nos brindó para poder vivir. Hoy el apocalipsis no está lejos con nuestra forma de vida; la esperanza es que los humanos tenemos y debemos seguir viendo este planeta como nuestro hogar.
Las funciones son en La Capilla Teatro los lunes a las 20:30 horas hasta el 24 de abril.
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