Por CARMEN ZAVALETA
Hace unas semanas asistí a una función de la puesta en escena Los funerales de papá de Emma Malacara y dirigida por Micala Gramajo; la obra realizó una breve temporada en el Teatro Casa de la Paz y se reveló como un trabajo que merece tener más espacio y vida.
Iniciaré comentando que Emma Malacara es una joven y potente actriz originaria de la Ciudad de México y egresada de la Escuela Nacional de Teatral; en su recién iniciada carrera destacan en teatro Un tropel de mariposas dinamita el aire, bajo la dirección de Micaela Gramajo y en cine en la película Correr para vivir de Gerardo Dorantes.
Emma y Micaela Gramajo volvieron a encontrarse en Los funerales de papá dejando claro que juntas han construido un poderoso y sincero lenguaje escénico caracterizado por un trabajo profundamente emotivo que descubre esas capas de enojo, alegría, vergüenza y vida que a las y los seres humanos nos empeñamos en ocultar.
Los funerales de papá es un unipersonal en el que la protagonista comparte la despedida que hace a su progenitor, un hombre experto en mentir que es capaz de volar un avión pero incapaz de ser un padre presente.
La temporada se llevó a cabo en el lobby del Teatro Casa de la Paz , lugar que se convirtió en un sala de velación: unas sillas, un ataúd y una pantalla, bastaron para acotar el espacio en el que la actriz dio rienda suelta a su pérdida. La atmósfera creada para el montaje es todo un acierto, café y galletas y voces bajas integraban a las y los espectadores a este universo sin salida y no había más remedio que acompañarla.
El texto es fuerte, expone las carencias de la hija que busca entender a su padre a toda costa, no para perdonarlo ante su partida, sino para salvarse a sí misma. Durante la función, La protagonista representó cuatro versiones de una misma ceremonia, en cada una su padre era distinto y la pérdida era la misma, la de la protección y el sentido de la vida. Es claro que Micaela Gramajo exploró con su actriz una gama de emociones y matices que potencian las anécdotas y aprovechan las herramientas de Malacara quien transita por el dolor, la ironía y el recuerdo de manera entrañable.
Los funerales de papá aborda esa necesidad de construir figuras con las que se anhela la reconciliación y que al perderlas obligan a cambiar la mirada sobre el sentido de nuestras acciones. La programación por parte del Centro Cultural y Académico Teatro Casa de la Paz fue un acierto, insisto es indudable que la obra merece más vida. La esperamos.
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