Por Roberto Sosa López
Se casó con Juan por imposición de su padre, no por amor, sin embargo ella lo acepta, el instinto de ser madre la supera, para Yerma lo más importante es tener hijos como las otras mujeres casadas. Juan piensa diferente, los hijos no son importantes, solo se ocupa de su honra y trabajo. Ante la infecundidad de su marido, Yerma se siente frustrada y atrapada en una relación estéril, deshabitada…yerma.
Víctor es su amigo de la infancia, quizá con él tendría los hijos que Juan le imposibilita, sin embargo su honra le impide intentarlo con otro hombre que no sea su marido. María es su amiga, tiene un hijo; ella le da ánimo, esperanza y paciencia. Cargar el hijo de María llena el vacío que siente en su vientre y existencia. Las mujeres bajan al río a lavar su ropa, alguna son de un bebé que el sol seca. Así percibe Yerma su vida, seca.
De Federico García Lorca, Yerma (1934) es una de las tres obras de teatro que forman la trilogía lorquiana, junto con La casa de Bernarda Alba (1936) y Bodas de sangre (1933). Es una tragedia que se desarrolla en un ámbito rural; en Yerma igual que en otras, García Lorca la llena de simbolismos: el agua representa la fecundidad; las flores la alegría por la maternidad; la roca y arena, la esterilidad; y el muro representa el impedimento.
Para dirigir la puesta en escena se trajo Jean Guy-Lecat, arquitecto, director técnico y diseñador escénico –datos del programa de mano- de origen francés. Conocido por su trabajo en la transformación de espacios no convencionales en teatros y lugares de actuación. Su labor en esta obra refleja el compromiso con el proyecto; logra una obra que nos atrapa por su realismo con los elementos que la conforman. La índole de esta obra, Lecat lo traslada de forma precisa al escenario, afianzado en las actuaciones y equipo creativo.
Elenco: Ana De Los Riscos (Yerma), Sergio Bonilla (Juan), Assira Abbate (María), Iván Carbajal (Víctor), Elizabeth Guindi (Vieja), Cecilia Tamayo (Dolores, Lavandera), Camila Selser (Muchacha, Lavandera), Paulina Soto Oliver (Muchacha, Lavandera), Karla Bourde (Lavandera, Mujer 1 y 2) y Gerardo Olivares (Músico en escena). Es un reparto con talento, que sabe pisar el escenario; se cuidan y trabajan en equipo. Sus actuaciones están niveladas.
Cabe mencionar la actuación de Ana de los Riscos quien da vida a Yerma. Detrás de su trabajo está el proceso de construcción del personaje, lo entiende y habita; lo hace con pasión y entrega. Ana y Yerma dialogan de mujer a mujer, Ana entiende el desasosiego que vive y angustia a Yerma y lo interpreta sobre el escenario en cada palabra, en cada gesto, con su forma de caminar y moverse.
Yerma es un clásico contemporáneo que es necesario visitar. Es teatro de un autor que a través de la poesía, escribía tragedias. Así como los personajes necesitan caminar descalzos, para sentir la tierra y saber dónde están parados; García Lorca necesitó desnudar su alma para entender el tiempo que le tocó vivir, una época oscura que no lo permitió alcanzar más como dramaturgo, fue asesinado a los 38 años de edad.
Diseño de iluminación y escenografía, Félix Arroyo; vestuario, Giselle Sandiel; composición musical, Gerardo Olivares. Producción, Samuel Sosa, Ana de los Riscos y Arturo Barba. Las funciones son en el Foro Lucerna los miércoles y jueves a las 20:30 horas hasta el 12 de diciembre.
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